jueves, 12 de marzo de 2009

BEWARE THE IDES OF MARCH, SALVADOR


"Cuidado en el idus de marzo" le advierte el adivino a Julio César presagiando su muerte en la segunda escena del primer acto de la obra de William Shakespeare. ¿Será acaso el quince (idus) de marzo próximo el paso hacia un fatal destino para la República de El Salvador? Esta ha sido sin duda la idea que la derecha salvadoreña unificada en el oficialista ARENA ha querido infundir en los electores para persuadirlos de no votar por su archirival, el FMLN. Por su parte, un popular periodista, que se ha promovido como un elemento ajeno a la antigua guerrilla, modera su discurso, dice defender el capital y trata de salir de la sombra chavista bajo la cual se le ubica, por lo menos en términos propagandísticos. Ávila no se ha quedado atrás, ya que aparte de los feroces ataques hacia Funes ha también adoptado elementos populistas, ofreciendo vivienda, por ejemplo.
Lo que está en juego en El Salvador, es, para muchos, bastante más que una elección. Es la estabilidad política y económica de la región. De ser cierta la impotencia de Funes de manejarse de forma independiente de la vieja guardia guerrillera, y de ser ciertos los vínculos del FMLN con el dictador, El Salvador caería en el grave riesgo de ser sometido al eje chavista ante un eventual triunfo de Funes. Las consecuencias económicas serían severas. Y en lo político el efecto dominó desde Ortega, Zelaya y Funes le daría a la izquierda Guatemalteca un impulso que podría tener implicaciones desastrozas para la región.
Por su parte ARENA no se escapa del síndrome de las derechas latinoamericanas. Es percibida con razonable grado de acierto como la oligarquía mercantilista que busca perpetuar sus privilegios. Y el antídoto proviene del síndrome del votante latinoamericano, volcarse por la izquierda. Además, por el simple hecho de cuatro gobiernos consecutivos la gente reclama "cambio!" Otro factor es la juventud salvadoreña, significativa, y que no tiene una impresión desfavorable de la ex guerrilla a causa de la experiencia. Su "moda" es el cambio hacia la izquierda, a la Obama, digamos.
La verdadera prueba será sobre la solidez y resistencia de las instituciones Salvadoreñas. Un triunfo del FMLN puede fatalmente encaminar al vecino país a un punto de no retorno, donde el socialismo es el pretexto para la aniquilación de la República y de la Democracia, como ya ha sucedido en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Un eventual triunfo de ARENA puede desatar una ola de inestabilidad e ingobernabilidad en un país marcadamente dividido.
¿Cuáles serán las consecuencias para un país aún profundamente dividido como el nuestro? Usted, ¿qué opina?

1 comentario:

  1. Primero que todo, considero que creer que la llegada del FMLN pueda significar la "aniquilación de la república" es desestimar demasiado las sólidas instituciones democráticas de El Salvador y a la vez es hacer de menos los importantes avances que ARENA ha logrado durante sus años en el gobierno.

    Como te mencioné en el programa, la alternancia del poder es una parte fundamental de una democracia y el jugar a la oposición en la democracia también es saludable para reflexionar a lo interno como partido y a lo externo para generar nuevas propuestas de política pública.

    Nuevamente, recordemos que existe una separación de poderes y si bien el ejecutivo puede tener la iniciativa, existe un importante contrapeso de la Asamblea Legislativa (el FMLN ha jugado muy bien a la democracia desde éste órgano, sin ser "chavista").

    Hasta el momento en la campaña ARENA no ha generado ninguna propuesta interesante y su estrategia se ha basado en generar miedo y polarizaciónñ creo que ésto solo demuestra la grave posición en la que se encuentran y la necesidad de generar una reflexión a lo interno del partido.

    El FMLN tiene importantes posibilidades y creo que si éste partido pudo sobrevivir la muerte de su lider Schaffik Handal, refleja con ello una madurez política y la relevación de nuevas generaciones más progresistas entre sus líneas.

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