Sómos los Guatemaltecos personas laboriosas, dedicadas, honradas y responsables en la forma en que desempeñamos nuestras tareas? Quizás no podamos responder por toda una nación pero si se hace la pregunta a Usted mismo, ¿Qué contestaría? ¿Qué lo motiva a Usted día a día a hacer un enorme esfuerzo y sacrificio para cumplir sus compromisos y honrar su palabra? ¿Será su familia, sus hijos, su anhelo de superación personal? ¿Qué metas o propósitos quisiera lograr en su vida? ¿Cree que algún día podrá hacerlo? ¿Qué se lo impide? ¿Qué lo desmotiva o lo desmoraliza? ¿Qué siente cuando ve a otros alcanzar el “éxito” de forma fácil, rápida y corrupta?
No me extrañaría encontrar respuestas comunes para muchos de nosotros. El desencanto generalizado de la sociedad moderna es su principal característica. La gran ironía radica en que en el afán de lograr el bienestar supuesto de la “colectividad” y bajo ese pretexto, se ha olvidado lo más importante – que cada persona cuenta. La democracia, la gran equiparadora de las libertades políticas, no ha ofrecido respuestas satisfactorias a las cuestiones que a diario nos preocupan como personas, entiéndase padres de familia, trabajadores, comerciantes, agricultores, empresarios, etc. Y ello es comprensible porque en realidad no es esa su función. Sin embargo, sí hemos confundido el papel que debe desarrollar el proceso político democrático. Primero, fijando todas nuestras esperanzas en él, y por ende, convirtiéndolo en el mecanismo mediante el cual cada quien busca imponer sus intereses a costa de los demás. En ese sentido, nuestra democracia es sinónimo de repartición de privilegios y de garantía de impunidad. Ley de protección a... , ley de fomento a ... , ley de resarcimiento a ... , Ley para regular tal o cual actividad. Y peor aún son las destructivas “medidas de hecho” como medio de “expresión democrática”.
¿Qué de democrático tiene el querer imponer un criterio por la fuerza, la violencia o el chantaje? ¿Qué diferencia existe con hacerlo por medio de la legislación? El resultado es el mismo: beneficios que se concentran en algunos pocos, costos altísimos para la sociedad, estos sí perfectamente distribuidos entre todos. Repitamos el ejercicio varias veces y la consecuencia es notable, un país cada vez más pobre.
¿Qué opciones le quedan al ciudadano común, al que no se toma en cuenta? Puede tratar de pasar de ser víctima de la explotación legal para convertirse a su vez en explotador “legal”, tarea que resulta prácticamente imposible si consideramos que éste está más preocupado en encontrar las respuestas a las preguntas que inicialmente planteamos. En medio de nuestra confusión democrática hemos olvidado que la ley debe ser general, que no puede perseguir una finalidad específica para favorecer a un grupo en particular, y que se debe aplicar a todos por igual. Entonces puede también pensar en abolir por completo la explotación legal y dejar de ser víctima, sin que otros lo sean. Esto, nos enseñó Bastiat, requiere de mayor iluminación. Yo agregaría reflexión, entendimiento y compromiso.
El esfuerzo mental por aclararse las ideas es el fundamento de toda vida moral. Frase célebre, nos advierte del comienzo de nuestra responsabilidad como ciudadanos. Pero es con la observancia de principios y una conducta de respeto a los derechos de todos, por igual, que la responsabilidad se ejerce.
Hoy abro un espacio para reflexionar y debatir, pero con un propósito muy claro y firme. Libertad sólo es una, pero la libertad de expresión es la que nos permite delatar el estado de las demás libertades. Vigilantes permanentes, podremos entonces transformar ese sistema habituado a atropellar constantemente nuestras más preciadas libertades en uno de respeto al derecho – de paz y desarrollo. Podemos encontrar la esperanza en el horizonte, si la buscamos con criterio sensato y determinación de carácter. Y la noticia del futuro será mejor.
El suicidio político de Sandra Torres
Hace 5 años
Bienvenido a la blogosfera, vos!!
ResponderEliminarComo dijo Luis, bienvenido ;)
ResponderEliminarQue bueno que te animaste a abrir el blog, y sobre todo que escribás temas tan interesantes y actuales que a todos nos afectan.
Por acá esteremos leyéndote..
Felicitaciones! la consistencia en el pensar con el actuar son la condiciòn fundamental para expresarse. y gente como tù lo afirma.
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