jueves, 29 de abril de 2010

PROHIBAMOS EL MONÓXIDO DE DIHIDRÓGENO



En su programa "Bullshit" los comediantes norteamericanos Penn & Teller, fingieron una petición para prohibir el monóxido de dihidrógeno. Acá puede ver el video en el que muchas personas que adujeron apoyar la causa del ambientalismo, la firmaban sin demora, una vez se les "explicaban" algunas cosas como que este era un compuesto que se utiliza en muchos fertilizantes y en diversas industrias.

Juzgue usted mismo qué tan fácil la gente se sube al barco sin realmente reflexionar sobre las consecuencias de su decisión. Me recordó de alguna manera muchas personas que eufóricamente manifestaron en contra del "PVC" porque era "malo" para Guatemala. (Algunos de ellos me confesaron después que la razón por la cual estaban allí era porque habían recibido Q.50 y una ración de comida).

Reproduje el experimento en la radio (www.libertopolis.com) la semana pasada y fue interesante ver cómo algunas personas manifestaron preocupación, luego de que yo mencioné algunas propiedades del monóxido de dihidrógeno, como las ya expuestas, y otras que agruegué como "es un solvente polar", "es un medio en el cual se propaga la contaminación en ríos y lagos", o "en la medida en que más se utiliza en la industria, más escasea el agua".

Por supuesto, también recibí varios comentarios de personas que tomaron bien la broma y preguntaban "¿Prohibir el agua? pues claramente razonaron que monóxido de dihidrógeno no es más que H2O. Por cierto, era el PVC el satanizado en lugar del TLC.

martes, 20 de abril de 2010

Q.6,999,999,900.00 ENTRE EL TUCA Y EL CONGRESO





Para “el Tuca”, marero de 13 años, la ponderación fue de apenas Q.100. Lo único que lo separaba de esa suma era acertarle un balazo mortal a doña María Rosario Vásquez Pérez, comerciante del mercado de la zona 5, cuando llevaba a sus hijas de 7 y 8 años al colegio. Luego de ser apresado, aparentemente sin remordimiento, confesó a ese y a otros crímenes similares.
Horas antes, los miembros de la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del Congreso llegaron a ponderar un aumento a la deuda pública por Q.7 mil millones, letal para la economía guatemalteca. Lo único que los separaba de su insaciable ambición era dispararse un dictamen favorable con unas cuantas firmas. Luego de su hazaña, confesaron que habían llegado a contemplar hasta Q.9 millardos.
Un niño de una miserable realidad haciéndole miserable la vida a dos niñas que pierden a su madre, haciéndosela miserable a la sociedad guatemalteca. Unos representantes del pueblo que no se conformaron con unos miserables cuatro mil quinientos millones y decidieron recetarse siete. Esa es Guatemala.
Esa sociedad donde los políticos están tan desasociados de la realidad de la población que no dimensionan la magnitud de su incompetencia, de su ineptitud, de su ignorancia, de su corrupción, de su nocividad; tal vez sólo la de su avaricia. Donde sobran quienes los alientan y aplauden en sus desmanes buscando siempre la manera de dotarles más recursos para su labor benevolente porque así lo dictan los dogmas ideológicos a los cuales se aferran insensatamente, mientras niños matan por Q.100. Esa sociedad donde ya no hay danza de millones sino avalancha de miles de millones en la que se extasían políticos, grupos de interés y líderes pseudo empresariales, deliriosos de jugar a magnates, transando a conveniencia impuestos, inflación y pobreza para el resto.
Esa sociedad donde el resto no se preocupa por consolidar un Estado que priorice y atienda sus debidas funciones; que si puede aprovecha los miserables beneficios clientelares, o lucha, aguanta y ruega a Dios no ser la próxima víctima, porque vive en una dimensión tan distante como los Q.6,999,999,900.00 que separan al Tuca del Congreso.