viernes, 23 de julio de 2010

¡POR ESO ESTAMOS COMO ESTAMOS! ¡SEGUROS PARA LOS DIPUTADOS CON NUESTRO DINERO!

Yo sé que la preocupación principal de los guatemaltecos es la criminalidad rampante que realmente ya no se "aguanta". Aunque no hacemos mucho al respecto, tampoco, por lo menos hoy, si puede, únase a la marcha http://www.facebook.com/pages/Yo-No-Aguanto-Mas/141549452537231
Dicho eso, me indigna una nota relativamente trivial (en comparación al problema de la violencia) publicada hoy en Siglo XXI. http://www.sigloxxi.com/nacional.php?id=15700
La nota titulada "Legislativo revoca negocio de seguros" hace referencia a que la adjudicación de un contrato de seguro de vida y gastos médicos para los diputados no fue aprobada por la comisión permanente del congreso porque la empresa adjudicataria (Seguros Universales) cotizó a un precio de Q2.4 millones más que otro oferente (Seguros G&T), que como consecuencia, los diputados de la comisión permanente, tan probos, austeros y considerados ellos, decidieron "por unanimidad" destituir al Director General del Congreso quien supuestamente autorizó la adjudicación.
¿Por qué estamos como estamos?
Porque los guatemaltecos generalmente nos conformamos con decir "qué bueno que no se aprobó el contrato más caro y que se va a aprobar uno más barato, y que por lo menos echaron a alguien" cuando realmente deberíamos estar quejándonos ante el descaro de los diputados, a gritos, sombrerazos, patadas y todo lo demás que se le ocurra, de recetarse un seguro de vida y gastos médicos ¡con nuestro dinero!

1 comentario:

  1. Mi estimado Alejandro,
    el importante retomar principios, pues se entiende mal. Hay muchos por allí que dicen que lo ético es pagar impuestos no importa en qué se usen... yo les respondo, lean la constitución:

    "decretar impuestos conforme a las necesidades del Estado"; "contribuir a los gastos públicos" (arts. 239 y 135). Si no se cumple con esos presupuestos, no hay obligación legal, mucho menos moral. Es como que vengamos a celebrar entre nosotros un contrato de servicios, por el que te comprometés a hacer algo a mi favor durante 24 meses. Transcurren 12 y me notificás que ese servicio ya no se prestará, pero como tenemos un contrato por 24 meses, te debo seguir pagando. ¿Quién tiene la moral y ética de su lado?
    Mario E. Archila

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